“La
muerte de Beatriz, las vicisitudes del destierro, los estudios
filosóficos producen en la vida de Dante esa larga crisis que él
llamó “extravío”. La caracterizaron una intensa dedicación a
la vida política (en el doble sentido del desempeño de cargos
úblicos y de la intervención en las luchas partidarias), varios
amores, no estinovistas por cierto, que oscurecieron por un tiempo el
recuerdo de Beatriz,y un entusiasmo filosófico po Aristóteles, que
llegó probablemente a rozar la herejía bajo el influjo de la
interpretación racionalista que del aristotelismo había dado
Averroe.
En
la segunda mitad del siglo XII, el averroísmo se había difundido
mucho entre las minorías cultas de Florencia con el nombre de
“epicureísmo” (Infierno, canto X).”
Pag
15
“Dante
nos dice que salió de esta crisis al reencenderse en él el amor por
Beatriz. Este se identifica pues, en su obra, por un lado, con la
superación del espíritu de partid en nombre de una aspiración a la
paz y a la justicia que sólo pueden quedar aseguradas(cree él con
Virgilio) por un soberano con atribuciones universales, y por otro,
con un retorno aparionado a la perfecta ortodoxia dogmática, basada
en el aristotelismo de Santo Tomás.”
Pags.
15 y 16
“El
carácter fuertemente “comprometido” de la Divina Comedia afecta,
ya positiva, ya negativamente, su poesía. Por eso el conocimiento de
la vida de Dante, si no nos da la clave para explicar la conmoción
que nos producen sus versos, nos ayuda a prepararnos para leerlos, en
el mismo grado en que nos ayuda el conocimiento del idioma en que
están escritos o de las circunstancias históricas que
intermitentemente reflejan.
Así
los influjos provenzales en la primera formación del poeta, sus
amores mundanos, su amor por Beatriz en la atmósfera del Dulce
Estilo, su militancia política apasionada y severa, el destierro
amargo que abre al poeta horizones europeos y orientales, su
alejamiento de los partidos, su crisis religioso moral, su pesimismo
en terreno humano y su firme esperanza ultrtrrena, su conflictual
deseo de gloria y su fe en la poesía, todo esto y mucho más entra a
formar parte del complejo motivo inspirador de la Comedia.
Pag.
22
“Al
crear su inmenso cuadro, que quiere representarel destino
ultraterreno de la humanidad según la teología católica que él
aceptaba (aunque por momentos , con acongojado espíritu crítico),
Dante es, a la vez, juez y parte. El primer aspecto se siente más en
el Infierno y en el Paraíso, el segundo en el Purgatorio; pero ambos
coexisten en todo el poema, complicando su trasfondo psicológico,
Por ejemplo, la participación tan intensa del poeta, protagonista en
el drama de Paolo y Francesca es el fruto de un desgarramiento
interior frente a una catástrofe en la que llega a su punto de
ruptura el ideal stilnovista del amor(Francesca pertenece
declaradamente a la “elite” de los “corazones gentiles”), el
ideal que había inspirado la Vita Nova y caracterizado la juventud
de Dante. Otro ejemplo es dado por el canto X del Infierno, en el que
Dante se respresenta a sí mismo como con la agresividad del hombre
de partido que él era aún en el año 1300 en que está ubicada la
visión, y representa a Farinata con algunos de los rasgos de la
ecuanimidad y fraterniad humana que él mismo había adquirido a
través de la experiencia dolorosa del tiempo.
Pags.
22 y 23
´
“La
desproporción entre esta realidad enorme que llevaba dentro (...) y
el carácter mezquino de las ambiciones y codicias que lo rodeaban,
ahonda su pesimismo(...). Pero Dante (...) sale de él por dos
puertas: una visión mítica del pasado (...)y la segund esperanz de
la vida eterna en el más alláa. Puente entre el recuerdo mítico y
la esperanza mística, el esfuerzo por hacer volver la paz y la
justicia sobre la tierra. Ellas habían reinado al principio del
Imperio Romano, en tiempos de César y Augusto: esto, por lo menos,
afirmaba Virgilio. De ahí, dos consecuencias: la idea de una
monarquía universal (idea que había obsesiondo la Edad Media y
duraría, con caídas y resurrecciones, hasta Carlos V) y la admisión
de que existe una perfeccipon puramente humana, alcanzada sobre la
base de las cuatro virtudes cardinales (...).”
Pags.
23 y 24